viernes, 22 de diciembre de 2006

La UE pierde miles de millones de euros cada año por ignorar la rentabilidad social de la educación y la formación

El pasado 8 de septiembre la Comisión Europea se dejó caer con una nota de prensa con el título anterior.

La nota responde al Comunicado de la Comisión denominado "Eficiencia y equidad en los sistemas europeos de educación y formación" y que propone cuatro grandes medidas:

  1. Los Estados miembros deberían aumentar su inversión en enseñanza preescolar. Los datos recogidos en varios Estados miembros muestran que la enseñanza preescolar es la que más beneficios procura en lo tocante a resultados y adaptación social de los niños. Es la manera más eficaz de sentar las bases para el aprendizaje posterior, evitar el abandono escolar, obtener resultados más equitativos y mejorar el nivel general de aptitudes.
  2. Los Estados miembros no deberían dirigir a los alumnos a distintas «ramas» educativas a una edad demasiado temprana. Se ha podido comprobar que esta práctica exacerba las repercusiones del entorno socioeconómico en el éxito escolar, y no logra un aumento de la eficacia a largo plazo.
  3. Contrariamente a lo que suele creerse, los sistemas «libres» de enseñanza superior, de financiación exclusivamente estatal, no garantizan la igualdad de acceso y participación. De hecho, estos sistemas financiados íntegramente por el Estado pueden acarrear una distribución inversa, de los pobres a los ricos, ya que el sistema es sufragado por todos los contribuyentes, incluidos los que no han disfrutado de enseñanza superior. La Comisión subraya la importancia de generar una mayor inversión en enseñanza superior a partir de fuentes públicas y privadas, sin excluir las tasas de matrícula, que irían combinadas con ayudas para los estudiantes socialmente desfavorecidos.
  4. Los Estados miembros han de crear una «cultura de la evaluación». A la hora de tomar decisiones sobre sus prioridades de inversión, los Estados miembros deben comprender ante todo qué es lo que sucede en sus propios sistemas de educación y formación; este es un principio básico de la definición de políticas basada en los hechos reales. Dado que los beneficios de la inversión en educación y formación tardan cierto tiempo en notarse, es preciso disponer de una infraestructura estadística capaz de recabar los datos pertinentes, y de mecanismos para evaluar los progresos y medir los logros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se ha quedado en mejores manos. O, por lo menos, en mejor cabeza.

Antonio Galvañ

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